Nuestro segundo día por la zona madrugamos para ver Wangkou,
otro de los pueblecitos de la zona sur de Wuyuan. Wangkou, a diferencia de los
otros pueblos que habíamos visitado no está cruzado si no completamente rodeado
por el río. Como llegamos muy pronto, pudimos disfrutar del pueblo prácticamente
para nosotros solos. Cámara en mano fuimos perdiéndonos por los callejones,
girando a derecha, a izquierda, entrando en las casas abiertas, en los
graneros, en los talleres y en las casas de herramientas.
Callejuelas de Wakngkou |
Descubrimos cómo se
separa el grano de arroz de la cáscara, cómo se hacen las tradicionales
cantimploras de bambú para guardar el licor de la zona y tuvimos nuestras primeras
conversaciones en chino con los lugareños, que alucinaban con los dos ojos de
vaca que iban por todos lados curioseando.
Desgranando el arroz |
Por la tarde cambiamos de zona y nos fuimos hacia el norte
al Wollong Valley y la famosa montaña de Dazhang Shan. Horrorizados por la
cantidad de turistas que atascados intentaban entrar en el aparcamiento a los
pies de la montaña y copaban el único sobrevaluado alojamiento, decidimos
retroceder andando dos km y buscar alojo en un cercano pueblo que habíamos
visto al pasar con el autobús.
Vaya acierto el nuestro. La tarde además de regalarnos la
vista de un precioso pueblo que rara vez ha visto un extranjero nos trajo unas
horas de inmersión total en la china más auténtica y amable. Desde el momento
en que dejamos las mochilas en el único alojamiento del pueblo (la casa de una
china no os penséis que era un hotel) no paramos de hablar chino (o intentarlo)
con toda la gente que nos encontrábamos. Todos querían decirnos algo, saber que
hacían dos ojos de vaca en su pueblo. Así entre lo que entendíamos y lo que nos
imaginábamos, pasamos una divertida tarde bebiendo té y aprendiendo más sobre
la vida del campo.
El pueblo de Wangkou |
Al caer la noche, al regresar al alojamiento y pensando que
lo mejor ya había pasado, nos encontramos con otra grata sorpresa. Habían
llegado un grupo de 5 chinos de unos 50 años con los que compartimos una
riquísima copiosa cena. Más chapurrear, beber aguardiente chino, hablar de
fútbol, de la vida en España, del vino y de los toros. Lo mejor fue cuando uno
de ellos sacó una flauta y se puso a tocar una canción de esas que suenan en
las corridas de toros… nos moríamos de la risa. No nos preguntéis como, pero
ahí estuvimos otro par de horas sentados alrededor de una mesa compartiendo el
rato y descubriendo gente maravillosa: nuestros tíos chinos de Nanjing.
Aldeanos en Wollong Valley |
Después de un día de inmersión total en la china más
auténtica, madrugamos otra vez para remontar el valle de Wollong por el curso
del río, hasta la segunda catarata más alta de china. Al llegar a la entrada
del parque, no encontramos con nuestro tío de Nanjing que llevaba puesta la
camiseta del Barca para chincharnos y después de visita relámpago ya marchaba
para el siguiente pueblo (qué difícil es ver a un chino hacer algo despacio).
Relax junto al río |
El agradable paseo,
quizás más espectacular en primavera, nos dejó algunos momentos de relax
sentados a la orilla de las pozas y cascadas (casi sin agua). Al final del
camino nos encontramos que la catarata estaba seca en esta época del año.
Vuelta y paradita otra vez en las pozas para morirnos de las ganas de pegarnos
un baño (como no llevábamos bañador, preferimos no meternos en ropa interior y que
no nos detuvieran por escándalo público, o nos hicieran miles de fotos… no sé
que es peor).
Rainbow Bridge |
Luego, un chino se ofreció a llevarnos en su coche hasta el
pueblo de Chinghua para ver el Rainbow Bridge (puente del arcoíris). De ahí pillamos un taxi hasta Da Likeng y
tras atravesar innumerables campos de té llegamos al pueblo donde termina la
carretera, definitivamente otro mundo.
PD: Felicidades a la Abuela Dioni, que sigas muchos años más disfrutando de nuestras aventuras y viviendolas con nosotros !!!
PD: Felicidades a la Abuela Dioni, que sigas muchos años más disfrutando de nuestras aventuras y viviendolas con nosotros !!!
Os dejamos el link a las fotos de Wangkou y el valle de Wollong:
Un viaje muy bonito, unas vistas preciosas, donde se puede disfrutas de paz y sosiego, me alegro de que os integréis con el pueblo chino autentico.
ResponderEliminarOs guardamos unos pastelitos para cuando vengáis de parte de abuela.Os vamos ha echar mucho de menos el dia 19 cuando nos juntemos todos. Un beso muy fuerte de las dos
Las fotos muy bonitas,pero la historia que contais mucho mas...... estos "ojos de vaca" con tanto viajar han aprendido a encontrar la esencia fundamental de los pueblos y yo me alegro por ello..... Cuando pase el tiempo quiza olvideis nombres de pueblos,monumentos.... pero nunca olvidareis las historias vividas al lado de la personas que pueblan esos lugares.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte . No cambieis.
Mama Mila
Nos alegramos de que esteis disfrutando ademas de estudiar y trabajar, Patri si se te ve relajada ¿eh? te sienta bien el aire asiático, je, je... desde Irlanda un beso muy grande a los dos. Os queremos y no hay día que pensemos...¿qué estarán haciendo en este momento?
ResponderEliminarLos tres mosqueteros.
Que alegría volver a leeros! hay que tomarse un respirito de vez en cuando :)
ResponderEliminarQue sitios más bonitos!
Reservaros para la invasión! :)
Un beso grande,
Itxas