Nuestros dos últimos días en Colombia los hemos pasado en
Bogotá, la capital. Bogotá es una gran metrópoli de alrededor de 8 millones de
habitantes, llena de luces y sombras.
De luces, porque se ve cómo la ciudad se está modernizando,
con un transporte público muy seguro y cómodo: el Transmilenio; con un casco
antiguo, la Candelaria, que poco a poco se está adecuando al turismo con la
apertura de nuevos alojamientos e interesantes museos; y con unas personas
increíbles que aman su ciudad y tienen ganas de darla a conocer al exterior.
Catedral de Bogotá |
De sombras, pues aún en muchos momentos se hace evidente la
inseguridad, especialmente por la noche en la Candelaria, con gran cantidad de
mendicidad y en el propio recelo que muestra la gente a cosas tan cotidianas
como tomar un taxi en la calle.
Nuestra experiencia en Bogotá no obstante, a pesar de estas
pequeñas sombras ha sido bastante gratificante.
La Candelaria |
El primer día nos encontramos con Anna y Marteen (la pareja
con la que estuvimos viajando a principios de mes) y junto con ellos y unos
amigos suyos colombianos fuimos a visitar la iglesia de Monserrate, en lo alto
de una de las colinas que presiden la ciudad de Bogotá.
Esta iglesia de Monserrate, la fundó un catalán en honor a
la virgen negra del mismo nombre. La iglesia en si no es demasiado
espectacular, lo que realmente merece la pena son las increíbles vistas que
desde lo alto se tiene de toda la ciudad de Bogotá.
Bogotá desde Monserrat |
Después de bajar de la montaña dejamos a Anna y Marteen y
los amigos colombianos por un rato y nos fuimos a dar una vuelta por La
Candelaria, y visitar los museos de Botero y del Oro.
Nos encantaron los dos, el de Botero con sus pinturas y
esculturas de gord@s, divertidísimas todas, y el del Oro, por la cantidad de piezas de este metal que
se pueden ver, pero sobre todo por la completísima explicación, tanto de las técnicas
de trabajo del metal como de las
culturas prehispánicas, sus ritos, mitología y forma de vida.
Museo de Botero |
Por la noche nos volvimos a juntar con los amiguetes y
todos juntos nos fuimos a cenar y charlar por La Candelaria. La verdad que los
chicos colombianos (un grupo de filósofos reconvertidos) se portaron genial con
nosotros, nos invitaron a su casa (una preciosa corrala donde viven todos los
amigos) y luego nos hicieron de guías por el casco antiguo, super preocupados
porque en todo momento nos sintiéramos a gusto.
El segundo día, madrugamos para darnos otro paseo por La
Candelaria, recorrer las callejuelas y visitar las distintas iglesias y
edificios gubernamentales. El paseo es bastante agradable pues muchas de las
calles del centro las han cortado al tráfico y en todo momento nos sentimos muy
seguros porque hay policía por todos lados.
Museo del Oro |
En honor a la verdad, hay que decir que en un par de horas
como mucho ya lo has visto todo, así que después del paseito matutino, nos
fuimos a visitar la catedral de sal de Zipaquirá, primera maravilla de
Colombia, que está en un pueblo del mismo nombre a unos 40 km de Bogotá.
Después de dar un paseo bastante agradable por la parte
antigua de Zipaquirá, muy bonita por cierto, fuimos a visitar la mina de sal y
su catedral también de sal.
La mina de sal de Zipaquirá tiene 1 kilómetro cuadrado de superficie y
2000 metros de profundidad. La catedral que hoy se puede visitar es la
adecuación de una parte de la mina que ya se ha explotado y sustituye a la
antigua catedral que construyeron los mineros también bajo tierra y que se colapsó por
la humedad al estar demasiado cerca de la superficie.
Viacrucis |
La catedral de Zipaquirá se compone de un víacrucis de 14
estaciones, cada una de ellas en uno de los conductos de extracción de sal de 5
metros de ancho, 16 de alto y 200 de profundidad, en los cuales se han
esculpido distintas cruces que simbolizan los distintos pasos de la pasión de
Cristo. Una vez terminado el víacrucis se llega a una Iglesia a 180 metros de
profundidad compuesta de tres naves gigantes, en las cuales se ofician misas,
bautizos y bodas.
La catedral no obstante, ha perdido casi todo el sentido
religioso que le dieron los mineros, los cuales cada vez que estaban excavando
uno de los túneles llevaban consigo a su virgen, para convertirse en un parque
temático donde se combina la parte religiosa, con espectáculos de luces y
sonido, película en 3D y toda una galería de cafeterías y tiendas de souvenirs.
Catedral de Sal |
A nosotros más allá del tema religioso, nos encantó por la
obra de ingeniería que supone (a Patri) y porque parece que estuvieras en las
minas de Moria de la peli del Señor de los anillos (a Juan). De hecho Juan se
pasó más de una hora hablando como si fuera un enano de la peli.
Al final se nos hizo bastante tarde y no llegamos a tiempo
a despedirnos de Anna y de Marteen que volaban de vuelta a casa, chicos lo
sentimos, mil perdones. Esperamos que tuvierais un buen vuelo y no haga mucho
frío en Alemania.
Así, después de dos días en la civilización, prácticamente
agotamos nuestra etapa en Colombia. Última parada, la ciudad de Leticia, en el
Amazonas, para cruzar a Iquitos, donde continuaremos por Perú.
Besos
Patri y Juan
Vaya, que recuerdos!!! parece que fue ayer que hemos estado con vos pisando los mismos sitios... ya veo que todo sigue allí.
ResponderEliminarNos hemos estado esta mañana en una especie de mercado de las pulgas, pero en medio de los prados verdes y las vacas, je,je...Eli ha pillado un carrito de las muñecas que le encanta empujar.
Espero hayais disfrutado de Leticia y del grandioso Amazonas...espero vuesta historia y vuestras fotos, yo lo recuerdo con gran cariño.
Muy bonito,ya nos había dicho Pilar,pero las fotos hablan por si solas,la catedral de sal debe de impresionar...
ResponderEliminarLos cuadros de Botero bonitos y VOSOTROS ESTÁIS MUY GUAPOS.
Y sobre todo felices porque vosotros os habéis sentido tranquilos disfrutando de lo que tenias al rededor.
Un beso
Mama Mila
Hola pareja. Como nos habéis enseñado Colombia, la verdad es que ya no se que me gusta más, cada sitio es una preciosidad. Y Bogotá merece la pena por los museos, y la mina de sal otra sorpresa. Que viaje para no olvidar.
ResponderEliminarEsperamos que Perú y el Amazonas os resulte igual de interesante. Disfrutad mucho y seguir con vuestras historias. Patri por más que lo intentes, nunca llegarás a ser una modelo de Botero.
Besos y aquí mañana volvemos a la vida real.
Os queremos y os vemos felices.
Recuerdos de la familia de Malón
Hola chicos
ResponderEliminarTodos podemos contemplar las perlas que hay en el mundo en el que os estais
moviendo, que envidia...
Por aqui todo normal deseando llegar a Madrid para ver a Eli moverse por la casa.
En el noticiario mas cosas..
Cuidaros como hasta ahora.
Un besazo para los dos ....Pa.
Que pasada la catedral de sal, creo que había leído algo sobre el tema o visto algo en algún sitio, porque cuando lo iba leyendo digo esto me suena! XD
ResponderEliminarMusus
Hola!
ResponderEliminarque de cosas me he perdido estos últimos días!! y es que por aqui también hemos viajado :) hemos estado en Ibarrangelu! descansando, paseando, comiendo, y jugando al Party!!
y ahora, vuelta a la oficina...
Próximo destino Amazonas?? me emocionó de pensarlo!!!
espero vuestras fotos!
besos,
Itxas.