PNN TAYRONA: LA ÚLTIMA PLAYA DEL CARIBE

Después de unos días en el fin del mundo volvimos a la civilización para ir al parque nacional más conocido de Colombia y a unas de las mejores playas del mundo (según National Geographic), el parque natural nacional de Tayrona: nuestra última parada en las playas del Caribe.

Tayrona es un parque nacional en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta. Destaca por su combinación de selva y playa. Si bien esto es algo que podría ser usual en estas latitudes, la peculiaridad de Tayrona, son las piedras gigantes que hay por todas partes y que convierten cada paseo en una aventura de escalar, saltar y cruzar puentes.

La Sierra Nevada de Santa Marta

Nos apetecía también ir a Tayrona por disfrutar aunque fuera un poco, de la Sierra Nevada de Santa Marta. Para que os hagáis idea de cómo es, podéis imaginaros cualquiera de las pelis de Colombia en que salen las guerrillas en la sierra, y ese es el paisaje que hay allí. De hecho hasta no hace muchos años, también había guerrilleros, pero los militares los han alejado de esta zona, que ahora puede disfrutar el turismo.

A pesar de estar libre de todo peligro, el único trekking que se puede hacer en la sierra Nevada de Santa Marta es la caminata de varios días por la Sierra hasta la ciudad Perdida. Si bien, en un principio nos hubiera gustado hacerlo, como daba lluvia para toda la semana en la zona, al final cambiamos el plan por el de ir a Punta Gallinas, que eso de ponerse de barro hasta las orejas no es plan.

Playa de la Arenilla

Preparados para un baño de masas, nos tocaba ir en domingo, decidimos tomarnos la mañana con calma, después de la paliza de viaje del día anterior, desayunar con tranquilidad, mirar unas cosas en Internet para ver como seguíamos el viaje y esas cositas…

Llegamos al parque a la hora de comer, cuando ya la mayoría de los domingueros se estaban marchando y empezamos nuestra ruta a través de un precioso bosque tropical con una vegetación espectacular y gigantes piedras en el camino. El camino va además pegadito a la costa, y está salpicado de pequeñas y preciosas playas, también con enormes piedras.

Cabo de San Juan

Después de casi una hora de caminata agotadora (por la humedad), en cuanto vimos el primer camping, decidimos quedarnos en él. Teníamos ganas de dejar las mochilas y tuvimos suerte al encontrar una super tienda! Éramos 2 y hubiésemos cabido hasta 6! jeje! Además había poca gente así que ideal.

Paseamos por la playa de Arrecifes, que aunque no te puedas bañar en ella por las fuertes olas, es preciosa, con la montaña y el bosque en la parte de atrás, y una laguna en medio de la playa llena de garzas y dicen que de caimanes también! Era un gusto pasear por allí casi solitos. Y en una pequeña cala un poquito más adelante, nos pudimos bañar también, así que genial para refrescarnos!! Esa noche dormimos escuchando el mar y nos despertamos con el piar de los pájaros… y unos cuantos picotazos de mosquito más.

Territorio conquistado

Al día siguiente prontito continuamos la marcha hasta la playa del Cabo de San Juan, la playa más conocida y concurrida del parque (también es la foto que sale en la portada de la guía Lonely Planet de Colombia). El camino hasta el cabo es nuevamente por la selva, super bonito. Nos llamó mucho la atención las hormigas, que tienen hechas autopistas en medio del bosque y van transportando trozos de hoja sin parar, a no sabemos muy bien donde, pero por si acaso no pisamos por donde andan … no se fueran a enfadar.

Por suerte, como aun era pronto cuando llegamos al cabo, no había mucha gente, que la playa es espectacular pero pequeñita. Muy recogida, con 2 calitas y agua cristalina… La pena que estaba un poco movida y no pudimos ver pececillos haciendo snorkel.

El último baño

Cuando esta playa se empezó a llenar de gente nos fuimos a otra un par de minutos más allá, pero a la que nadie llega (en teoría son 2 playas nudistas, pero nadie iba en pelotillas).

Después de un día de playa, en el que además decidió lucir el sol, tras una semana de nubes en la zona, ya habíamos tenido suficiente, así que decidimos volver por la una ruta de montaña. Resultó ser preciosa, pero más complicada de lo que habíamos imaginado, ya que la primera parte había grandes piedras que teníamos que escalar (literalmente) y, con el calor y la humedad de la zona, yo creo que jamás hemos sudado tanto!!!

Subida a Pueblito

La ruta te lleva hasta “Pueblito”, los restos de una ciudad donde antiguamente vivía la tribu de los Tayrona, que da nombre al parque, y de la que quedó poco después de la llegada de los conquistadores españoles a esta zona. De Pueblito a penas quedan las terrazas donde estaban las casas y los caminos. No obstante, toda la zona está rodeada de una mística singular, que te hace sentir como si hubieras llegado a un lugar perdido en el mundo. Aún hoy es considerado como lugar sagrado por las tribus locales y se utiliza como lugar de ceremonias religiosas especiales. Además hicimos todo el camino solos, con lo que al llegar a la ciudad, nos sentimos como dos intrépidos descubridores en busca de El Dorado.

Pueblito

Tres horas después, salimos del parque y cogimos un bus nocturno rumbo a San Gil, nuestro siguiente destino. Ya llevamos en San Gil 3 días y continuamos ruta, así que os tenemos que contar lo que hemos hecho por esta zona! Pero eso será otro día!

Mucho besitos a todos! Y recordad que nos encanta que nos escribáis comentarios (los leemos todas las mañanas cuando tenemos Internet!!). Ah y firmadlos!  Que a veces conseguimos descubrir quienes sois, pero otras no tenemos ni idea!

Os dejamos el link a las fotos:

Fotos de PNN Tayrona

Besos

Patri y Juan