Después de toda esta chapa
histórica, para los que aún sigáis con fuerzas de leer, paso a resumir nuestra
aventurilla en las cataratas.
Cataratas del salto inferior |
El primer día llegamos como a las
3 de la tarde, y puesto que ya no nos daba tiempo a explorar las cataratas,
decidimos darnos un paseo para visitar los pocos encantos que tiene la ciudad
de Puerto Iguazú. Lo más destacable es el hito de las tres fronteras. Donde se
producen la confluencia de los ríos Iguazú y Paraná, dividiendo la tierra en
tres porciones de quesito (una para Argentina, otra para Brasil y la última
para Argentina).
El mono Piqué |
La verdad que la “ciudad” de
Puerto Iguazú nos decepcionó bastante, prueba de ello es que estuvimos dando
vueltas por todo el centro buscando algún sitio con aire auténtico donde cenar
y no sucumbir a los megarestaurantes estilo cutre de costa donde van los grupos
de turistas con clanchas y calcetines. Casi habíamos desistido cuando dimos con
un pequeño local con una carta super extensa: pizza de jamón y queso,
empanadillas y milanesa… Como nos habíamos declarado en rebeldía nos la jugamos
a ver que tal y fue todo un acierto. No solo es que la comida estuviera
buenísima (y muy barata), es que además, su dueña Perla, una guaraní de las que
ha vivido toda la vida allí, nos brindó una conversación de varias horas superagradable
y enriquecedora. Nos contó muchas verdades de esas que no se leen en la prensa
argentina, ni sobre las que se habla en los carteles de autopublicidad del
gobierno.
Catarata de San Martín |
El segundo día lo pasamos
explorando el lado argentino de las cataratas, que es el más extenso y espectacular.
A primera hora hicimos una rutilla por la selva para ver animales antes de que
llegara el ruido de los grupos de turistas y tuvimos la suerte de encontrarnos
con el mono Piqué o el coatí macarra y otros animales sin identificar como el
bicho móvil o el bicho disco-rallado. También vimos colibríes, ardillas, ratas
grandes,… Después de ese paseíllo comenzamos nuestra visita a los cataratones
propiamente dicho.
La garganta del diablo |
El parque se compone de dos áreas
o grupos de saltos. La mañana la pasamos en el área inferior que si bien no es
tiene cataratas tan grandes, al poderlo ver de muy cerca es bastante
impresionante. El parque está lleno de pasarelas que te permiten acercarte a
los saltos y verlos desde la abajo y desde arriba. Nos gustó especialmente la
vista desde la isla de san Martín, con una panorámica espectacular de todas las
cataratas de este primer grupo. Además tuvimos suerte que no había
prácticamente nadie, con lo que cada parada en un mirador, era toda una
experiencia sensorial:
-
visual: contemplando el agua caer a cámara lenta y el
arco iris perfecto que añadía aún más magia al momento.
-
auditiva: envueltos por el sonido ensordecedor del
torrente precipitándose al vacío.
-
Táctil: sintiendo la brisa fresca y el suave contacto
de las gotas que se escapaban del salto de agua.
-
Olfativa: apreciando el olor a musgo mojado.
Panorámica de la garganta del Diablo |
Para la tarde nos dejamos el
plato fuerte. La garganta del diablo. Un enorme cañón por el que se precipitan
ríos y ríos de agua con un caudal brutal. La vista desde el lado argentino, a
pocos metros de la parte superior de la catarata más grande, te dejA literalmente
sin palabras. El tiempo se detiene y se quedas absorto, obnubilado,
boquiabierto. De repente adquieres consciencia de lo pequeño que eres, lo
insignificante que resulta tu existencia ante tal maravilla de la naturaleza.
Al final nos barrieron
literalmente los pies, e invitaron amistosamente a tomar el último tren de
vuelta a la entrada del parque. Si no, aún estaríamos ahí como tontos en la
pasarela contemplando esa catarata mágica que más tiene de divino que de
diabólico.
La garganta del diablo al atardecer |
El segundo día lo dedicamos al
lado brasileño. Como nos habían dicho que se veía en unas dos o tres horas,
decidimos tomar el ómnibus de los lugareños y hacer escala en la ciudad
brasileña de Foz de Iguazú, en lugar de tomar el bus turístico que te lleva y
trae directamente. La idea era si nos daba tiempo ir a ver por la tarde la
represa de Itaipú (la más grande del mundo) como buenos friquis que somos del
programa megaconstucciones !!. Al final, si bien desde el lado brasileño no son
ni de lejos tan espectaculares, nos lo tomamos con una calma infinita y se nos
hizo super tarde. Así que de vuelta a Argentina paramos nuevamente en Foz de
Iguazú para constatar que no hay nada de nada que ver.
La garganta del diablo desde Brasil |
Por la noche nos animamos a ir a
una zona que hay de puestecillos de aperitivos y terracitas y terminamos
tomando una medio picanha típica brasileñas que incluía a demás de la carne
típica un buen plato de judías pintas con arroz. Lo mejor fue sin duda que el
camarero (Tito) era un brasileño super majo enamorado de Madrid, donde había
vivido 14 años. El tío era un crack, que había vivido toda la movida madrileña
y colega de Alaska, Almodobar, “el paleto” de Banderas (así es como nos lo
describió) y demás personajes de la época.
Super Tito |
Nos contaba historietas de cuando
se levantaba y se iba al “after” de Alaska a tomar una copa y echar unos
bailables antes de ir a la escuela de hostelería. De cómo se iba con el profe
en la pausa a tomar unos carajillos y un par de sol y sombra … Menudo pieza, se
conocía todas las discotecas de moda y había trabajado en la mitad de los bares
de copas de Chueca..
Tan majete era Tito, que nos
contagió de su alegría y terminamos de vuelta al hotel cantando el “no
controlessssss” de MECANO …. Como colofón a unos días de solecito, selva y
cataratas, muchas, muchas cataratas.
Como os lo estais pasando eee!!! menuda envidia! :)
ResponderEliminarpor aqui sufriendo con el Athletic! menuda paliza la de ayer, habrá que esperar a la copa :)
besos desde la soleada bilbao!
itxaso.
Elías ha decidido ver mundo como sus tíos "mochileros", y ahora cada vez que le meto en el carrito dice que nanai, que él quiere ir en la "mochila" para ir practicando, je, je...
ResponderEliminarBesos desde un Madrid con tiempo de verano.
Pilar
Hola pareja, esta vez firmare, para que no nos echeis de menos.
ResponderEliminarAqui, tenemos un bochorno horroroso. Hemos pasado de llover todo abril, a un calor de agosto.
Menuda envidia este viaje. Cada sitio es más espectacular.
Todos, estamos bien. Y daniel y Bob creciendo mucho.
Tú abueli te envia besos.
Besos y seguir disfrutando y con cuidado con los capullos que hay en todas partes.
Mamá
Hola chicos,no me estraña que os quedarais obnubilados ante unas cascadas tan impresionantes......me pareció a mi maravilloso el pozo de los humos del Aldeadavila y no tiene nada que ver con lo que nos enseñáis en vuestro reportaje.
ResponderEliminarSeguir disfrutando,nosotros lo intentaremos,estamos en el pueblo echando un vistazo a los tomates,pimientos.......... y pasando calor. UN beso. Mila
Acabo de leerlo todo del tirón. Sólo voy a decir una cosa aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarJoder guapos, como transmitís, tengo mariposas en el estómago yo también :)
Hola parejita:
ResponderEliminarMama Mila os ha mandado varios mensajes para saber a que hora llegais e ir a esperaros con los brazos abiertos. Si leeis este comentario mandaznos un mensaje con los datos del vuelo y hora de llegada
Besos de Juan padre.
Felicitaciones por el viaje!! realmente una zona hermosa de argentina y brasil, los paisajes y la belleza natural de iguazu la jungla y las cataratas son hermosas
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