 |
| De paseo por Dubrobnik |
 |
| Los tejados rojos |
Tras madrugón en Mostar, porque nos tocó mover el coche a las 8 de la mañana del parking del hostel (no os preocupéis, nos había dicho el recepcionista pelota… si nadie va a mover el coche mañana, aunque lo dejéis en el paso no molesta….) llegamos a Dubrovnik a media mañana y nos instalamos en un sobe con una terraza enorme con vistas al mar, a unos 10 minutos andando del centro.
 |
| Vista aérea |
 |
| El puerto |
Nos habían dicho que Dubrovnik era turística, pero nos quedamos impresionados con los ríos de gente que iba y venía por todos lados sin parar. Vamos, olvídate de hacer una foto en la que no salgan 20 cabezas…. No obstante, a pesar del turismo masivo, merece muchísimo la pena ver la ciudad. Dubrobnik es simplemente precioso: un recogido casco antiguo, apiñado en el interior de una muralla medieval, salpicado de casas, palacios e iglesias de piedra blanca y bonitos tejados color terracota. Vamos, que estuvimos pateando durante 7 horas sin parar, hasta estar seguros de que habíamos recorrido todas y cada una de las calles, plazas y partes de la muralla.
 |
| Cenita de lujo |
 |
| Callejuelas empinadas |
Paseando por la muralla habíamos visto un restaurante en la zona alta “Lady PIPI” que tenía una parrilla gigante en una bonita terraza con vistas. Total que nos entró el antojo y para allá que fuimos. Al llevar, colaza de una hora … como hay cola estará bien … nos dijimos … y vaya si estuvo bien. Peazo de cenaza: lubina al gril y calamares al grill acompañados por una ensalada buenísima, cervezaca de medio litro y agüita para los peces …. Aprovechando que estábamos en lo alto de la ciudad bajamos rodando de lo gordos que nos habíamos quedao después del atracón … aún sueño con lo buena que estaba la lubina... estoy salivando ¡!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario