ÚLTIMOS DÍAS EN BEIJING

Días 28 y 29 de Septiembre

Hola a todos,

Os escribimos en el bus  de camino a Datong después de dos intensos días en Beijing.



Gran Muralla I



Ayer fuimos a ver la Gran Muralla china. Pedazo de muralla!! Aunque estuvimos mirando para hacer la excursión por nuestra cuenta, alquilando un taxi para todo el día, al final nos decidimos por una excursión organizada por el hostel donde dormíamos.

En teoría era un Tour que incluía guía en inglés, caminata de 10 Km. por la muralla y sobre todo total privacidad al visitar un tramo sin turistas. Al final el guía hablo 5 minutos y la excursión fue de ida y vuelta, pero privacidad tuvimos toda, y es que tuvimos toda la muralla para nosotros solos (20 personas en un tramo de unos 5 Km.). La verdad que fue una pasada andar a nuestro aire por la muralla sin ruido ni personas, rodeados de naturaleza y piedras. Eso si, terminamos reventados después de una caminata de 4 horas subiendo y bajando por pendientes casi verticales, menudo dolor de gemelos ¡!!!



Gran Muralla II



Como anécdota contaros que con nosotros iban un grupo de 3 españoles que a punto estuvieron de liarla parda. Y es que haciendo gala del dominio de idiomas que nos caracteriza a los españoles, se pensaban que en vez de llegar a la torre 6 y dar la vuelta, tenían que continuar hasta la 10 y les recogían allí …. Menos mal que se nos ocurrió decírselo, que si no todavía están en mitad de las montañas buscando el autobús …. Typical spanish ¡!!!



Lo peor fue la vuelta y entrar a Beijing en coche. 2 horas tardamos desde que entramos a Beijing hasta que llegamos al centro , imaginaros la M30 y M40 atascadas, pero a lo grande … en una ciudad de más de 10 millones de habitantes.



Gran Muralla III



Luego por la tarde, fuimos al mercado de la Seda (a llenar las mochilas con falsificaciones tiradas de precio). Al final nos compramos 2 forros de montaña, 6 camisetas de surf de chico, 4 de chica, 2 pares de zapatillas … todo por unos 55 euros. Pero lo mejor de ir al mercado de la seda fue montar en el metro en hora punta y conocer a los “empujadores”, esas personas que amablemente se dedican a empujar a las personas para conseguir que se cierren las puertas del metro. Se que más de uno de vosotros le entran los sudores al pensar en lo apretaos que íbamos. Os diré que por suerte éramos los más altos y eran los demás los que se comían nuestros sobacos sudaos. Los chinos flipaban al ver a dos extranjeros sacando la cámara por encima de sus cabezas y haciéndose fotos en mitad de la lata de sardinas…

 

Palacio de Verano I



Terminamos el día en el mercado nocturno de comida, bastante turístico por cierto y Juan cumplió uno de sus objetivos del viaje … comerse un escorpión. Bueno, en realidad solo pudo con las patas y la cola, que estaban crujientes, pero se dejó el cuerpo porque tenía una textura un poco rara.



Hoy hemos cerrado nuestros días en Beijing con una visita al palacio de verano. Para los dos, lo mejor de estos días. El palacio es en realidad un gran parque alrededor de una montaña y un lago, que servía de residencia de verano para los emperadores. Más allá de los grandiosos templos y edificios, de lo que más hemos disfrutado ha sido de los impresionantes jardines de rocas, los ríos, los puentes …. Por los que hemos paseado con toda la tranquilidad del mundo ajenos al bullicio de la ciudad.



Detalle decoración Palacio Verano



Para finalizar el la capital de China y hemos vivido nuestra primera experiencia extrema. Ya sabemos realmente lo que siente la gente de Pekín Express, y es que llegar a coger el autobús hacia Datong ha sido toda una odisea.



Palacio de Verano II



Llegar a la estación ha sido como un juego de pistas, primero hemos cogido el metro, luego uno de los únicos pekineses que habla inglés nos ha dicho que tomáramos un autobús y al bajar del autobús nos hemos encontrado en mitad de millones de coches y chinos sin saber que hacer y sin que nadie nos entendiera (todo esto a 45 minutos de perder el Bus). En esto que nos ha visto un ejecutivo con cara de perdidos y desesperados y al grito de “estaba deseando poder ayudaros” nos ha llevado el personalmente hasta la estación de autobuses y nos ha dejado en la puerta de nuestro autobús. La verdad que sin él hubiéramos estado perdidos y no estaríamos ahora escribiendo estas líneas.



Ya hemos podido comprobar en primera persona lo que es sentirse totalmente perdido sin entender nada y que no te entiendan nada. Pero bueno, eso es parte de la aventura. Aventura que esperamos seguir compartiendo con vosotros en los próximos días.