A pesar de que inicialmente no estaba en nuestros planes, y pese a lo complicado del acceso, tras Bangalore, decidimos hacer una parada inesperada rumbo al norte en las famosas ruinas de Hampi.
Puede ser que fuera porque todo el mundo nos lo había super recomendado, por el mono tan grande de Juan por ver piedras y ruinas o por las dos cosas juntas, que sin a penas pensarlo nos vimos montados en un bus cama nocturno que en algo más de 8 horas nos llevó a Hampi.
Para que os hagáis un poco a la idea, Hampi es un pequeñito pueblo destartalado, plantado en mitad de una combinación exquisita de arrozales, pedregales, palmeras y muuuuuchas ruinas de templos increíbles.
Sin darnos cuenta se nos pasaron tres días alucinantes de esos al más puro estilo Indiana Jones. A pesar de que la zona de hostels donde nos quedábamos estaba llena de mochileros, apenas nos encontramos a nadie en las ruinas. Hubo muchos templos que literalmente los tuvimos para nosotros.
Imaginaros ir caminando por una explanada larguísima flanqueada por hileras de columnas. Al fondo un templo semiderruido rodeado de palmeras que invita a ser descubierto. Al llegar a la puerta nos reciben un montón de ardillas que salen corriendo al notar nuestra presencia, mientras los monos como guardianes lo observan todo desde lo alto de la puerta de entrada. Un vez dentro, lo que parecía ser un simple templo, se descubre como un gran complejo con varias entradas sucesivas, que nos van guiando a espacios interiores. Pasamos la sala de las bailarinas, llena de columnas de piedra blanca bellamente talladas. Seguimos avanzando, la siguiente cámara está oscura. Huele a guano y se oye a los murciélagos susurrar (no miréis hacia arriba). Continuamos en la oscuridad, hay que quitarse las zapatillas porque hay algo de agua para acceder a la cámara final. Dentro una gigante linga sobre un cuenco de piedra (los símbolos masculinos y femeninos juntos). Sin darme cuenta llevo unos minutos silbando la banda sonora de Indina Jones y Patri me está mirando con esa cara de .... Pedazo friki!!!
Cada edificio tiene algo especial, un bajorrelive, una columna musical, un estanque escalonado, un gran carro de piedra, un acueducto, una estatua de un mono gigante en su interior. La variedad de detalles es increíble. Por momentos nos recuerda a Camboya, a Grecia, a las ruinas de la selva en Sudamérica. Es como un continuo Dejavú. Cerramos los ojos, intentamos imaginarnos como sería hace más de 500 años. El ruido de la gente, el olor de las especias en el bazar, los templos policromados y esa linga iluminada a la tenue luz de las velas.
Qué gusto!!! al fin hemos visto piedras, y mucha, mucha historia!!!!
Os dejamos el link a las fotos de Hampi:
Fotos de Hampi
Puede ser que fuera porque todo el mundo nos lo había super recomendado, por el mono tan grande de Juan por ver piedras y ruinas o por las dos cosas juntas, que sin a penas pensarlo nos vimos montados en un bus cama nocturno que en algo más de 8 horas nos llevó a Hampi.
Para que os hagáis un poco a la idea, Hampi es un pequeñito pueblo destartalado, plantado en mitad de una combinación exquisita de arrozales, pedregales, palmeras y muuuuuchas ruinas de templos increíbles.
Sin darnos cuenta se nos pasaron tres días alucinantes de esos al más puro estilo Indiana Jones. A pesar de que la zona de hostels donde nos quedábamos estaba llena de mochileros, apenas nos encontramos a nadie en las ruinas. Hubo muchos templos que literalmente los tuvimos para nosotros.
Imaginaros ir caminando por una explanada larguísima flanqueada por hileras de columnas. Al fondo un templo semiderruido rodeado de palmeras que invita a ser descubierto. Al llegar a la puerta nos reciben un montón de ardillas que salen corriendo al notar nuestra presencia, mientras los monos como guardianes lo observan todo desde lo alto de la puerta de entrada. Un vez dentro, lo que parecía ser un simple templo, se descubre como un gran complejo con varias entradas sucesivas, que nos van guiando a espacios interiores. Pasamos la sala de las bailarinas, llena de columnas de piedra blanca bellamente talladas. Seguimos avanzando, la siguiente cámara está oscura. Huele a guano y se oye a los murciélagos susurrar (no miréis hacia arriba). Continuamos en la oscuridad, hay que quitarse las zapatillas porque hay algo de agua para acceder a la cámara final. Dentro una gigante linga sobre un cuenco de piedra (los símbolos masculinos y femeninos juntos). Sin darme cuenta llevo unos minutos silbando la banda sonora de Indina Jones y Patri me está mirando con esa cara de .... Pedazo friki!!!
Cada edificio tiene algo especial, un bajorrelive, una columna musical, un estanque escalonado, un gran carro de piedra, un acueducto, una estatua de un mono gigante en su interior. La variedad de detalles es increíble. Por momentos nos recuerda a Camboya, a Grecia, a las ruinas de la selva en Sudamérica. Es como un continuo Dejavú. Cerramos los ojos, intentamos imaginarnos como sería hace más de 500 años. El ruido de la gente, el olor de las especias en el bazar, los templos policromados y esa linga iluminada a la tenue luz de las velas.
Por las tardes, y tras un largo y agotador día de patear, siempre queda un momento para ver el atardecer. El atardecer sobre las ruinas, el atardecer sobre los arrozales. Un momento mágico acompañado con música de tambores y guitarras para despedir cada día.
Qué gusto!!! al fin hemos visto piedras, y mucha, mucha historia!!!!
Os dejamos el link a las fotos de Hampi:
Fotos de Hampi
No se porque, las fotos no se abren y no podemos disfrutar de ese sitio maravilloso, lo haremos cuando podamos abrirlo.
ResponderEliminarQue sitio más espectacular y que distinto a todo lo anterior.
Que espectaculo de sensaciones.
Seguir escribiendo, nos encanta leeros.
Besitos,
Mama
upps! ya esta arreglado el problema con el link. Ahora ya se puede acceder a las fotos. Besitos
EliminarQue maravilla de fotos.
ResponderEliminarQue historias tendreis para contar.
Besos
Mama
Que chulada! Me encantan las fotos
ResponderEliminarTraedme un elefante!!!!!!!!!!!!!! :D
Caramba solo con el relato ya nos parecía ver una peli de Indiana ....pero las fotos nos metieron de lleno en la historia...¡¡ Preciosas¡¡ y eso que están en ruinas,debieron ser unos templos maravillosos y llenos de majestuosidad,los grabados se conservan bastante bien,siiiiiiii nos ha gustado.
ResponderEliminarPor cierto chicos estais guapísimos.
Un beso d abuela Dioni y mio
Un besito de abuela Dioni y mio