viernes, 25 de noviembre de 2011

BLED Y LOS ALPES JULIANOS – ADIOS A LAS RUTAS DE LA COCA-COLA

Los últimos 2 días del viaje los pasamos en los alpes Julianos. Aunque nuestra idea inicial era pegarnos dos buenas caminatas, una por día, al final decidimos que el primer día nos pegaríamos la megamatada por los Alpes y el segundo día nos relajaríamos en los alrededores de Bled.
Desde lo alto de la 1ª subida

Con el recuerdo del crep recién hecho que nos habíamos zampado el día anterior, nos levantamos la primera mañana … dispuestos a subir al Everest si hiciera falta. En el camping nos habían recomendado especialmente una ruta que iba ascendiendo hacia el pico más alto de la zona, pasando por un montón de lagos.

Al llegar al parking donde comenzaba la ascensión, nos quedamos flipaos con la pared por la que se supone que teníamos que subir. Un cortado de varios cientos de metros, en cuya sima se supone estaba el primero de los lagos… Agarramos los bastones y encaramos este primer tramo espectacular, que zigzagueaba incesantemente rumbo al cielo. Combinando tramos de bosque con lapsos donde teníamos que agarrarnos a cadenas y barras metálicas para poder subir, llegamos al primer lago … estampa espectacular rodeada de paisaje alpino.
El primer Lago

Como habíamos tardado poco y aún teníamos tiempo, aconsejados por un grupo de eslovenos que se conocían la zona optamos por subir al siguiente lago, donde estaba el refugio en el que comeríamos, y de allí tomar un camino de vuelta distinto para evitar tener que bajar la imposible pendiente por la que habíamos subido.

El momento del día fue cuando de repente Patri empieza a gritar mira, mira, mira …. Ah, ah, ah,…. Miraaa………….. yo imaginando que tenía un oso asesino a mis 3.... total que me giro acojonado y me encuentro a 1 metro de distancia un búho mirándome como diciendo … a esta tía se le ha ido la oya…. El bicho parecía un pelocho pero con ojos super amarillos y el muy jodío no se movió a pesar de nuestros aspavientos.
El segundo Lago

Así, nos pegamos 6 horas de caminata los dos solitos, sin ver un alma (salvo el búho), por paisajes de montaña, disfrutando de la naturaleza sin tener que aguantar a miles de turistas por la ruta de la coca cola.

Nos hemos ganado un chocolate !
La putada fue, cuando al cumplir la 6 hora de caminata, Patri se hizo daño en la rodilla, al comienzo de la última bajada…. No pasa nada, dijimos, solo hay que bajar un camino fácil un rato más y después de unas cuantas curvas estamos en el coche… Lo malo es cuando me di cuenta que cada curva tenía un numerito pintado, que eran consecutivos y decrecientes …. Y que después de andar un buen rato todavía íbamos por el 38. 

He de decir que se me cayó el alma a los piés…. Era como una tortura china, ver como después de la 38 llegaba la 37, luego la 36…. Y así sucesivamente. Llegué a desarrollar la teoría de que había gente que se había vuelto loca, y se había tirado corriendo en línea recta hacia abajo, pues a medida que íbamos descendiendo por la 26, la 25, la 24… se veían cada vez más atajos en línea recta … de alguno que seguro se había dado cuenta que aún le quedaban un pilón de curvas que bajar.
La ruta del cares eslovena
El lago de Bled

Al final tras 8 horas de caminata nos dolían hasta las pestañas de los ojos … así que para recuperarnos nos tomamos un chocolate caliente a la orilla del lago y prontito a dormir ….

El último día lo dedicamos a visitar la fortaleza de Bled, dimos un paseo por una garganta muy bonita estilo a la ruta del Cares y nos metimos nuestra última comilona de carnaca y cervezaca.
Atardecer en el lago de Bled

Al atardecer paseíto por el lago, parada a medio camino para ver el atardecer mientras nos tomábamos unos trozos de tarta y al llegar cerca del camping, mojito al canto, para cerrar el viaje contando anécdotas de nuestra aventura balcánica, amenizados por música de piano en directo.

Dos semanas nos dieron para mucho … pero como todo lo bueno, siempre se acaba …
Hasta la siguiente aventura ¡!! Os esperamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario