Tras Jaipur, cambiamos de tercio y abandonamos las ciudades para visitar dos pequeños pueblos llamados Puskhar y Bundi. Similares en tamaño, son sin embargo como la noche y el día en todo lo demás.
Puskhar es un pueblo de peregrinación para los indios. El pequeño núcleo urbano se agolpa alrededor de un lago artificial protegido por más de 400 templos en uso dedicados a distintas deidades Hindis. Con un ritmo lento, la vida en Puskhar se concentra en torno a dos momentos del día. Por un lado la mañana, cuando los locales se acercan al lago a lavarse y a realizar la poojas (oraciones). Por otro lado, el atardecer, cuando los aletargados turistas (o muchos casi residentes) se sientan en las escaleras a orillas del agua, para, tambor en mano y pertrechados con todo tipo de instrumentos de malabares, despedir el día que en muchos casos, a penas han llegado a ver.
Y es que Puskhar es uno de esos lugares que, no sabes muy bien porqué, está siempre llenos de turistas. Reducto de comunidad hippie, la gente acude aquí y se queda por diferentes motivos. Los ahí que diseñan ropa y la fabrican en alguna de la fábricas de alrededor. Los hay que vienen a estudiar a la famosa escuela de música. Y finalmente los hay que quedan atrapados por el ambiente despreocupado y el intenso aroma a marihuana que impregna cada rincón del pueblo. Como nosotros no pertenecemos a ninguna de las tres clases, en seguida se nos quedó pequeña la única calle del lugar y nos lanzamos en busca de un lugar en el que estar más a gusto para descansar.
Encontramos ese lugar en Bundi. Al contrario que Puskhar, que es mucho más accesible, Bundi es un pueblo que a penas recibe turistas. No obstante, aunque llegar a Bundi cuesta lo suyo, la recompensa bien merece la pena. Primero por las vistas de su mágico palacio suspendido en la montaña, ajado, medio derruido, lleno de murciélagos... Pero con un magnetismo difícil de describir. Segundo por lo auténtico del lugar. La gente del pueblo no vive del turista y eso se nota. Pasear por Bundi es como viajar al pasado: estrechas calles repletas de havelis (casas tradicionales) pintadas de azul. Animados bazares en que la gente comercia sentados en la comodidad de unos colchones. Vacas y cerdos por todas partes.... Y Finalmente por el pequeño puesto de Chai (te con leche y especias) del señor Khrisna, en el que sin darnos cuenta nos pasamos cuatro horas viendo la vida pasar (bueno, la vida y también una procesión por el cumpleaños de uno de los dioses indues – Hanuman, el Dios mono). Un día pensábamos quedarnos y al final alargamos otro más, y es que como no paraba de repetir el manager de nuestro hostel... Bundi es un lugar Shanti, Shanti (tranquilo, relajado, lleno de energía positiva), de esos que merece la pena saborear.
Os dejamos el enlace a las fotos de Pushkar y Bundi:
Fotos de Bundi
Puskhar es un pueblo de peregrinación para los indios. El pequeño núcleo urbano se agolpa alrededor de un lago artificial protegido por más de 400 templos en uso dedicados a distintas deidades Hindis. Con un ritmo lento, la vida en Puskhar se concentra en torno a dos momentos del día. Por un lado la mañana, cuando los locales se acercan al lago a lavarse y a realizar la poojas (oraciones). Por otro lado, el atardecer, cuando los aletargados turistas (o muchos casi residentes) se sientan en las escaleras a orillas del agua, para, tambor en mano y pertrechados con todo tipo de instrumentos de malabares, despedir el día que en muchos casos, a penas han llegado a ver.
Y es que Puskhar es uno de esos lugares que, no sabes muy bien porqué, está siempre llenos de turistas. Reducto de comunidad hippie, la gente acude aquí y se queda por diferentes motivos. Los ahí que diseñan ropa y la fabrican en alguna de la fábricas de alrededor. Los hay que vienen a estudiar a la famosa escuela de música. Y finalmente los hay que quedan atrapados por el ambiente despreocupado y el intenso aroma a marihuana que impregna cada rincón del pueblo. Como nosotros no pertenecemos a ninguna de las tres clases, en seguida se nos quedó pequeña la única calle del lugar y nos lanzamos en busca de un lugar en el que estar más a gusto para descansar.
Encontramos ese lugar en Bundi. Al contrario que Puskhar, que es mucho más accesible, Bundi es un pueblo que a penas recibe turistas. No obstante, aunque llegar a Bundi cuesta lo suyo, la recompensa bien merece la pena. Primero por las vistas de su mágico palacio suspendido en la montaña, ajado, medio derruido, lleno de murciélagos... Pero con un magnetismo difícil de describir. Segundo por lo auténtico del lugar. La gente del pueblo no vive del turista y eso se nota. Pasear por Bundi es como viajar al pasado: estrechas calles repletas de havelis (casas tradicionales) pintadas de azul. Animados bazares en que la gente comercia sentados en la comodidad de unos colchones. Vacas y cerdos por todas partes.... Y Finalmente por el pequeño puesto de Chai (te con leche y especias) del señor Khrisna, en el que sin darnos cuenta nos pasamos cuatro horas viendo la vida pasar (bueno, la vida y también una procesión por el cumpleaños de uno de los dioses indues – Hanuman, el Dios mono). Un día pensábamos quedarnos y al final alargamos otro más, y es que como no paraba de repetir el manager de nuestro hostel... Bundi es un lugar Shanti, Shanti (tranquilo, relajado, lleno de energía positiva), de esos que merece la pena saborear.
Os dejamos el enlace a las fotos de Pushkar y Bundi:
Fotos de Bundi
Parece un pueblo con encanto que inspira sosiego y tranquilidad.
ResponderEliminarMás cerca de la vida de los lugareños y sus costumbres, disfrutarlo. Besoooos la tiita
Que distintos los dos pueblos.
ResponderEliminarBundi mucho más bonito, pushkar un pueblo como cualquier lugar del mediterráneo menos auténtico, p eso parece en las fotos.
Bundi parece colonial y con historia, una maravilla.
Y por fin fotos de los dos.
Estáis muy guapos y tu patricia supercomoda con todos los pantalones flojos
Recordaros que si necesitais algo mañana que sea antes de la 13,00 pues tengo comida con 20 estancos y no terminare antes de las 5 o 6.
No podre atenderos.
Besitos y seguir descansando.
Os queremos,
Mama
Papa dice que le gusta mas pushkar que es mas monumental y que Bundi le Ha encantado. Muy bonito.
ResponderEliminarBesos,
Dice que se os ve muy bien.
Papa
Dice abuela Dioni que le parece todo muy bonito y que estais "preciosos en las fotos"..... normalmente os leemos por la noche...pero ya me había dicho tres veces...estos chicos tienen que haber escrito ya....
ResponderEliminarNos han gustado mucho las fotos,pero si es verdad que se ven distintos en los edificios y en su mantenimiento
El palacio de Bundi a pesar de su estado es precioso ..a abuela le encantan los dos elefantes que están en la parte de arriba de la puerta....y las columnas...y las terminaciones de las barandillas de las azoteas dice que parecen puntillas perfectamente hechas (aquí cada uno a lo suyo...jejeje)
Bueno preciosos hasta dentro de unos minutos...vamos a leer la tercera parte.....lo que os digo, la teneis muy enganchada,,,(en la tele esta la novela y OS PREFIERE A VOSOTROS )
Un besazo