viernes, 24 de mayo de 2013

COTAHUASI, EL CAÑÓN MÁS PROFUNDO Y BELLO DEL MUNDO

… O eso dicen los peruanos, porque la wikipedia no opina lo mismo. Cotahuasi es el otro cañón de Arequipa, ese que todavía no ha sido descubierto por las masas de turistas, el que nos ha permitido de disfrutar de unos días maravillosos en su interior.


Cuando la gente visita Arequipa, lo hace para ver la ciudad y para recorrer el cañón del Colca. Es lo único que se ve y promociona de la ciudad, y por eso mismo nosotros buscábamos otra cosa. Después de la experiencia turística de Uros, queríamos un lugar más virgen y menos castigado por las legiones de domingueros ruidosos.

Catarata de Sipia
Acceder al cañón del Cotahausi es mucho más complicado que al Colca, 11 horas de viaje, carretera a medio asfaltar, en un bus bastante malo y servicios turísticos muy básicos … perfecto para nosotros!! Por estos motivos o a pesar de ellos, decidimos pasar del famoso cañón del Colca y adentrarnos en las profundidades del de Cotahuasi.

Después de un largo viaje nocturno, llegamos al pueblecito de Cotahuasi, que se encuentra metido en el cañón y da nombre al mismo. Aunque el viaje había sido una paliza, después de descansar unas horitas, decidimos gastar nuestras últimas reservas de fuerzas y aprovechar el día.

Pusimos nuestras piernas en marcha hacia lo más profundo del cañón, dirección a la catarata de Sipia. La caminata nos regaló unos paisajes preciosos mientras nos sumergíamos en el interior del cañón. Paredes infinitas que se perdían en el cielo y en medio de un clima árido, pequeños oasis de un verde profundo a las orillas del río que surca el cañón. Pasamos también por zonas de cultivo de kiwicha (que aún no sabemos lo que es), quinua, maíz y papas, regadas incesantemente por las aguas que bajan como pequeños torrentes de todos lados.

Cuando llegamos a la catarata quedamos cautivados por la fuerza del agua con la que caía. Un estrechamiento del cañón, que reduce el río a una anchura de 5 metros, formando un embudo que se precipita casi 100 metros en un abismo de roca. Ahí estuvimos algo más de una hora recreándonos con el espectáculo y disfrutando de esa maravilla de la naturaleza para nosotros dos solos.


Cañón desde arriba


A la vuelta del cañón, aprovechamos para darnos un merecido homenaje en las pequeñas termales que hay en un cercano pueblo. No obstante, a decir verdad casi nos gustó más el paisaje del camino, que las propias termales en si.

bosque de piedras
A la mañana siguiente, y después de pegarnos una buena sobada, nos fuimos a la parte alta del cañón para verlo desde otra perspectiva distinta. Después de casi dos horas de autobús por una pista sin asfaltar llegamos al pequeño pueblito de Pampamarca. De ahí iniciamos nuestra última caminata del viaje, a la cima de una de las paredes del cañón donde se ubica un curioso bosque de piedras. Tras algo más de una hora de subida incesante llegamos al ansiado bosque y como premio extra unas vistas increíbles del cañón en un día de sol espléndido.

Además tuvimos suerte y pudimos ver al famoso cóndor del cañón del Colca. Bueno este no era del Colca si no del Cotahuasi pero igual de grande y bonito.

Condor
Por la tarde y tras un paseo por los pueblitos de Pampamarca y Cotahuasi, tomamos de nuevo el bus nocturno hacia Arequipa, para continuar ruta más tarde en dirección a Ica. Y lo hicimos con una gran sonrisa de oreja a oreja. La sonrisa de quienes han disfrutado de dos días maravillosos en un increíble lugar y en la más absoluta de las soledades, sin turistas, sin ruidos, sin nada más que la compañía del otro y la naturaleza.


Os dejamos el link a las fotos:


Besos

Patri y Juan

1 comentario:

  1. Preciosas vistas las del cañon y si encima es acompañada de soledad buscada y en plena armonía con la naturaleza es el paraíso. Hay momentos en largos viajes que se necesita. Seguid con lo que os pida el cuerpo. besosss.......la tiíta

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