viernes, 24 de mayo de 2013

AREQUIPA, O EL MAGNETISMO DE LAS CIUDADES BLANCAS


Todavía algo aturdidos después del baño de turistas de las Islas de Uros, llegamos a la ciudad de Arequipa, la segunda más grande de todo el El Perú.


Catedral
La ciudad de Arequipa es otra de esas ciudades denominadas “blancas”, por el color de sus edificios. No obstante, a diferencia de otras ciudades de este tipo que hemos visto a lo largo del viaje, en Arequipa las casas no están pintadas de blanco, si no que son hechas de pura piedra blanca. Esto hace que Arequipa no solo goce de la armonía de una ciudad de luz, si no que además posea una gran monumentalidad, la que otorgan los grandes sillares de piedra que pueblan todo el centro histórico.

Pasear por Arequipa es pasear entre grandes Iglesias con recargados pórticos de estilo Barroco, por aún más grandes conventos que son ciudades mismas en su interior. Caminar por Arequipa es perderse entre las casas señoriales que dan fe de la gloria del virreinato español, bucear en sus patios interiores, con sus arcadas y sus fuentes, sus fachadas con grandes ventanales y contraventanas en madera labrada, protegidas por robustos enrejados. Es perderse entre los muros de los claustros de antiguos monasterios agustinianos ahora convertidos en universidad.

Nevados

No obstante, recorrer Arequipa es mucho más que un deleite arquitectónico. Es además un deleite natural, pues la ciudad está protegida por volcanes nevados de más de 6.000 metros entre los que destaca el imponente Misti. 

También es un deleite culinario, pues todo el centro está repleto que deliciosos cafés, suculentos restaurantes y un sinfín de tienditas de dulces y chocolates; todos ellos con gran estilo y a precios mucho más asequibles que los de su prima Cusco.

Casas señoriales
Arequipa tiene además, interesantes museos, de entre los que destacaremos aquel que guarda a la momia congelada Juanita. En tiempo de los Incas, se consideraba cualquier suceso inusual de la naturaleza, un indicador por parte de los dioses de que algo no iba bien. Por este motivo, para aplacar su ira, los incas hacían todo tipo de ofrendas y sacrificios. Según se cree, en la época Inca hubo varios temblores y erupciones volcánicas. Ello hizo que los incas se asustaran y decidieran ofrecer niñas y niños a sus Apus (dioses). Así se han encontrado congelados en los glaciares de los nevados, los cuerpos de varios infantes que fueron sacrificados para calmar la ira de los dioses, siendo la más emblemática y mejor conservada, la momia Juanita.

Patios
La ciudad tiene además una impresionante oferta de alojamientos. Así, para terminar el día, cansado después conocer a la momia Juanita, harto de patear la ciudad entera o aturdido después de una copiosa comida, no es raro que acabes en un edificio histórico también de piedra blanca, con habitaciones abovedadas de techos altísimos y patios llenos de geranios y otras plantas ornamentales.

Gastronomía
Al final sin darte cuenta te verás atrapado nuevamente por el magnetismo de una ciudad blanca. Y así, convertirás una estancia de 1 noche en un deleite de tres días, en que tu único oficio será dar vueltas y más vueltas por calles y callejones, haciendo paradas en esos cafés, tienditas y restaurantes. Y cada vez que pases por la misma calle, la verás con nuevos ojos, como si la cambiante luz del día la hiciera siempre una calle distinta, renovada, con un encanto único e irrepetible.

Esa ha sido nuestra historia en Arequipa, una ciudad a la que llegamos casi de paso de camino al cañón del Colca, y que ha supuesto un dulce reencuentro con nuestras queridas ciudades blancas que tanto hemos disfrutado a lo largo de este viaje.

Que bonita sorpresa, que dulce regusto dejas, Arequipa!!

Os dejamos el link a las fotos:


PD: Por fin comimos el famoso cerdo guineano, lo reconoceréis en las fotos por esa cosa parecida a una rata que reposa sobre un montón de patatas.

Besos
Patri y Juan

1 comentario:

  1. Bueno,vais sabiendo elegir los sitios donde descansar de vuestras caminatas..... Los edificios rezuman historia.... al menos nuestros antepasados hicieron algo bien.
    Que tal estaba el cerdo guineano????
    Un besito.
    Mama Mila

    ResponderEliminar