DESDE LAS ENTRAÑAS DEL PERITO MORENO

La morrena del glaciar

Para el segundo día en el Perito decidimos contratar una excursión con crampones al interior del Glaciar. Si bien nosotros no somos muy de excursiones organizadas, en el Perito Moreno, no hay otra manera que pasar por el aro si quieres poder disfrutar del glaciar.

Cramponeando

Si el día anterior nos habríamos quedado absortos con la belleza del glaciar….que pasa hoy?? Hace una mañana de perros, no para de llover….pero el glaciar está aun más bonito que ayer!!! Como es posible!!! Aaaaaaa!!! Más colores, distintos, más azulados, rodeados por la bruma de la mañana….ayyyyyy!! Impresionante!!!

Un tubo

Tras dar los buenos días al glaciar desde las pasarelas, y alucinar con el azul intenso del hielo en el día lluvioso, que nada se parecía a los colores blandos del día anterior con sol, comenzó nuestra aventura por el glaciar.

Durante la primer hora caminamos por un bosque Patagónico junto a la morrena del glaciar. Sin poder apartar los ojos del glaciar y nerviosos, ansiosos de que llegará el momento de ponerse los crampones y empezar a caminar por el interior del glaciar…. Y finalmente ese momento llegó.

Cueva de hielo

Como Patri se había pasado todo el camino diciendo que iba a parar de llover e iba a salir el sol … el tipejo que controla el tiempo, decicidió hacerla caso y darnos unas horas de tregua. Fue calzarse los crampones y paró de llover. 

Tras unos minutos de aclimatación y unos cuantos trucos para no pegársela en el glaciar empezó lo bueno. Casi cuatro horas de subidas y bajadas por las crestas del glaciar, cruzando lagos helados, saltando grietas y salvando todo tipo de obstáculos. Si al verlo el día anterior nos pareció que el glaciar tenía vida propia, al observarlo desde dentro no nos quedó ninguna duda. Lejos de ser una mole de hielo, el glaciar en si es como un mundo lleno de vida, con lagunas, a través de ríos que serpentean por las estribaciones de hielo, desembocan en sumideros (o tubos) que alimentan otros ríos subterráneos como venas y arterias de un cuerpo humano.

Se romperá el hielo ??

Andar por el glaciar es una sensación maravillosa. Girar 360º y ver montañas de hielo por todas partes. Descubrir mil gamas de blancos y azules, beber agua totalmente pura, adentrarse en cuevas de hielo totalmente mágicas. Cuantas sensaciones, cuanta paz, cuanta armonía de colores, de ausencia de sonidos, de vida en la ausencia de vida, de pequeñez ante lo grande de la naturaleza … hay sensaciones que nunca se podrán explicar con palabras  … y lo que vivimos caminando por el glaciar es sin duda una de ellas.

Caminando por el glaciar

Al final del día, y nuevamente con mucha pena, tuvimos que despedirnos del Perito Moreno, cansados, pero con una sensación muy rara en el interior, como de mariposas en el estómago, … seguramente porque poco a poco nos vamos enamorando de este gigante campo de hielo, con el que tanto tiempo hemos compartido los dos últimos días.

La inmensidad del glaciar

PD: Para aquellos que están deseosos de saber si me la pegué en el glaciar, confirmo que no me la pegué en el hielo … si no incluso antes de llegar al mismo. Justo en el momento en que el guía dijo: tener cuidado con la morrena que debajo de la graba hay hielo … pues en ese momento yo ya estaba volando por los aires y girando los brazo como buena Lina Morgan …. Para caer pendiente abajo y ponerme hasta arriba de barro … sin comentarios.