La costa Norte es todo lo
contrario de lo que habíamos visto hasta ahora, desiertos interminables,
tierra, tierra y más tierra y mucho calor. Dicen que aquí no llueve más de 15
días al año … aún así nos llovió. Como se puede ser tan gafes …
Nuestra primera impresión de
Chiclayo fue….hmmmmm….como diría yo…mala. Vamos, que no nos gustó nada. Lo más
importante de la ciudad es que en el pueblecito de al lado se encuentra uno de
los mejores museos del país, el museo de las Tumbas Reales del señor de Sipán.
Se trata de un museo dedicado a
uno de los mayores descubrimientos arqueológicos del Perú, en el que se
encontró la tumba de un gobernante completamente intacta. De ella se pudo
obtener muchísima información sobre la cultura moche o mochica a la que
pertenece el señor de Sipán. En la tumba se encontró al gobernante enterrado
junto con 3 mujeres, su jefe militar, un portador del estandarte, un niño, un
guardián y un vigía. Se pudieron recuperar desde el esqueleto del hombre hasta
la cerámica y un montón de piezas de oro. La verdad, es que el museo es
chulísimo porque te van explicando paso por paso como fueron descubriendo cada
cosa, primero una capa, luego otra, y otra,… y parece que vas descubriendo el
yacimiento con los arqueólogos.
Lamentablemente no podemos
mostraros fotos pues estaba prohibido. Solo os diremos que pasear por el museo
era un no parar de ver oro, oro y más oro. Oro en los collares, oro en las
máscaras, en las pulseras, en los pendientes, …. Uffff qué de oro.
Aunque había más sitios que ver,
como no estábamos muy a gusto en esa ciudad (no porque fuera insegura, lo que
pasa es que es muy fea), decidimos seguir a nuestro siguiente destino, así que
continuamos hasta Trujillo.
Esta ciudad, también en la costa,
fue fundada por Pizarro y la llamó como a su ciudad natal en España. Chime,
volvemos a ver Trujillo sin ti!! Era tan diferente de Chiclayo, que nos gustó
mucho, no porque fuera tan chula como el Trujillo original, pero es bastante
bonita, con una plaza de armas y unas calles adyacentes, muy bonitas. Pero
sobre todo nos resultó muy agradable para pasear y nos alojamos en un hotelito!
Jeje! Eso si, en las habitaciones baratas de hotel, pero oyes…
Aprovechamos para pasear por
Trujillo esa tarde y preparar nuestras visitas arqueológicas de los días
siguientes. La primera, fue Chan Chan, un yacimiento de la cultura Chimú
enterrado por la arena del desierto, del que si no te dicen que es algo, parecen
simplemente unas dunas ahí olvidadas. Pero fijándote más, se ven las paredes de
lo que fue la ciudad de barro más grande del mundo, de la cual han reconstruido
una parte. El complejo se compone en realidad de más de 11 pequeñas ciudades
fortificadas. De algunas han reconstruido los muros, de otras solo se intuye la
forma, y una está completamente reconstruida.
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Detalle de relieves |
En ella, se pueden apreciar las
distintas salas que tenía cada zona del yacimiento y la bonita decoración que
tenía con grabados de animales, sobre todo, relacionados con el mar.
Según nos contaron, el que
existieran tantas ciudades se debe a que cuando un gobernante moría y era
sucedido en el trono, el sucesor tenía que construir su propia ciudad.
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Vista del conjunto de Chan Chan |
Lo más curioso de esta cultura
era el negocio que tenían montados los sacerdotes. El asunto es que aún cuando
un gobernante moría, seguía reinando después de la muerte. Los sacerdotes
(bueno, todos menos los que tenían el honor de morir y yacer junto al gobernante) se
ocupaban de momificar al antiguo gobernante y sacarle a pasear de vez en
cuando. De esta manera seguían cobrando los tributos del pueblo.
También curioso era el hecho de
que el sucesor únicamente heredaba una parte de lo que su padre le dejaba (el
resto “lo administraban” los sacerdotes del difunto). De esta manera, el nuevo
gobernante tenía que seguir conquistando y labrándose su propia fortuna.
Tras la visita, fuimos a
Huanchaco, un pueblecito costero con un ambiente muy agradable y en cuya playa
nos encantó pasear hasta el atardecer. Eso y que comimos riquíisimo y nos dimos
un par de caprichitos…jeje! Después de tanto tiempo sin ver la playa, lo
agradecimos mucho!
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Huanchaco |
Al día siguiente fuimos a ver la
Huaca de la Luna. Las Huacas son unas pirámides escalonadas de adobe. La Huaca
de la Luna es construcción anterior a Chan chan, de la cultura moche, vamos
abuelos de los anteriores y los mismos del Señor de Sipán, que tenían la sana
costumbre de cubrir los templos con ladrillos de adobe cuando se cansaban de la
decoración.
Bueno no, en realidad esa no
parece la explicación, según nos contaron, consideraban que los edificios, como
las personas tenían su ciclo de vida, así cuando este se había cumplido,
cubrían el edificio y lo hacían de nuevo. El caso es que al haber cubierto los
restos, consiguieron que estos se conservaran muy bien, manteniéndose hasta hoy
incluso los colores originales. Una pasada!
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Huaca de la Luna |
A pesar de estar a gusto en
Trujillo, tampoco necesitábamos visitar las 200 ruinas alrededor de la ciudad,
que aun nos queda bastante ruta arqueológica por delante, así que decidimos terminar
nuestro periplo por la zona norte del Perú y pasar a otro mundo, el sur, la
zona más turística. Fuimos en autobús nocturno a Lima de ahí cogimos un vuelo hasta Cuzco con la
mirada puesta en Machu Picchu.
De momento seguimos en Cusco,
desde el jueves pasado, ya que vamos a realizar un voluntariado durante esta
semana en un sitio llamado Aldea Yanapay. Ya os contaremos que tal, pero
estamos muy contentos!
Os dejamos los link a las fotos:
Besitos a todos!
Juan y Patri
Tuvo qué ser también en Perú.El estilo particular de esta pareja consigue hacer llover en cualquier parte.
ResponderEliminarNo penséis negativamente, en realidad eso es magia.
Me parece maravillosas toda la arqueología precolombina especialmente la de oro y me han llamado mucho la atención las canoas individuales hechas con juncos a la manera de los antiguos pobladores.
Hasta la próxima .
Sergio aita.
Pero os teneis que llevar la lluvia?? Ya nos contareis que tal el voluntariado.
ResponderEliminarMusus
Pareja os van a contratar en el desierto, seguro que si vais llueve.
ResponderEliminarQue sorpresa Perú, que interesante. Da ganas de ir.
Me ha encantado cha chan, que preciosidad. Lo que tuvo que ser. Y que cultura más curiosa.
Las fotos de la playa preciosas y las barcas de película. Todo lo que nos vais a tener que contar y os vemos guapísimos y más relajados.
Esperamos que podáis aportar algo en el voluntariado, otra experiencia nueva.
Cuidaros mucho y seguir haciéndonos disfrutar y aprender de otras culturas tan distintas.
Besos, mama
Hola pitufos....La verdad es que las fotos son presciosas,cada ciudad,cada pueblecito un estilo diferente,me han impresionado las fotos y la historia que contais de Chan Chan......
ResponderEliminarSe os ve guapos y relajados,ya nos contareis que tal el voluntariado.
Un beso
Mama Mila
Holaa
ResponderEliminardespues de algunos días sin pasar por aquí intento ponerme al día
todo sigue teniendo muy buena pinta :), me alegro que lo estoy disfrutando tanto
yo también os veo muy guapos!
espero ansiosa vuestra cronica desde Cuzco
besos y abrazos,
Itxas.
Que pasada todo.... Bf, como siempre. Seguid disfrutando mucho de Cuzco y sobretodo del Machu Pichu!! Mil besos
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