lunes, 28 de noviembre de 2011

PHNOM PEHN - UNA CAPITAL MUY AFRANCESADA

Primer día en Camboya. Hoy hemos amanecido a las 6:45 después de una siesta de más de 9 horas. Ayer como podéis imaginaros, después del palizón de viaje nos quedamos sopa a la mínima ocasión. 

Este primer día lo hemos pasado en la capital, Phnom Pehn. Una ciudad con mucho encanto a las orillas el Tonle Sap, un afluente del afamado Mekong. Llamada la perla de Asia, esta ciudad antigua colonia francesa está renaciendo fruto del turismo y la entrada de capital extranjero.

El día se presentaba intenso, con muchas y muy distintas cosas que ver y hacer.

Pagoda de Plata
A primera hora hemos ido al Palacio Real. El Palacio Real es un bonito conjunto de pagodas de colores vivos, repartidas a lo largo de un gran recinto ajardinado. Como es la residencia del Rey de Camboya no se puede visitar por completo. No obstante, de la parte que se puede ver destacaremos dos pagodas: el salón del trono y la pagoda de plata. De las dos la que más nos ha gustado es el salón del trono, porque como su nombre indica,tiene un bonito trono .... pero sobre todo por su bella decoración y su toque afrancesado (el techo decorado con múltiples lámparas de araña y el suelo cubierto de grandes alfombras). De la pagoda de plata poco diremos, salvo que efectivamente tiene el suelo de plata (al menos el cacho que te dejan ver). No obstante es más el nombre que otra cosa. Vamos, que nos ha decepcionado un poquito. 

Jardines del palacio real
Como no habíamos pillado guía, Patri se ha pasado el rato pegándose a los distintos grupos con guías, ya fueran alemanes, franceses, ingleses y algún que otro español. Gracias a su buen oído y al apoyo en el teatrillo que la he prestado yo, al final nos hemos enterados de bastantes chascarillos.

Al salir del palacio, por su puesto que nos han echado (eramos los últimos y había cerrado hace algún rato) ... nos apetecía hacer algunas fotos sin turista que le vamos a hacer ... Pues eso, que al salir he soltado a la negociadora/chantajista que tengo por novia para que diera riendo a sus artes oscuras y nos consiguiera un tuc-tuc a buen precio. Al final por 11 $ (4 por debajo de lo normal) hemos gestionado un tuc-tuc (o calesa motorizada ... pero sin oler a caca de caballo todo el rato) que nos ha llevado a nuestro siguiente destino .... los killing Fields.

Aquí empieza la parte oscura del día .... Camboya además de tener muchos templos y muy bonitos, tiene un oscuro pasado reciente llamado : jemeres rojos, y encarnado en la figura de su lider: Pol Pot.

Resto de las fosas comunes
En 1976 los jemeres rojos tomaron el control del país e impusieron su idea del comunismo total a lo largo y ancho del territorio camboyano. Según su idea, la gente de las ciudades, capitalistas insaciables, habían llegado al país a la degeneración, la máxima corrupción y era tarea de los campesinos (nativos) tomar el poder y convertir a Camboya en una gran comuna, donde no existiera la propiedad privada y todos trabajaran en el campo al servicio de la comunidad. Así el primer día de su llegada al poder, tomaron las ciudades y cerraron colegios, universidades, oficinas gubernamentales, comercios, etc y en 3 días echaron a toda la población de las ciudades al campo. Separaban a las familias obligándolas a ir a trabajar a granjas comunes, donde cultivaban arroz de sol a sol sin apenas alimento.

En los tres años que duró el régimen de los jemeres rojos murieron en Camboya 3 de los 8 millones de camboyanos, bien por hambre, por enfermedad, por fatiga o porque los ejecutaron. 

Choung Ek, fue el campo de exterminio más famoso de los 300 que hubo en Camboya. En él murieron más de 20.000 personas ejecutadas a golpe de hacha, azada, garrote o cualquier herramienta que hubiera a mano (gastar una bala en una persona era demasiado caro para los jemeres rojos). Los prisioneros venían normalmente de cárcel S21 de Phnom Pehn de la que hablaremos más tarde. 

Paisaje de camino a los Killing Fields
Hasta después
de la caída del régimen de Pol Pot nunca se supo lo que había en Choung Ek. Las canciones revolucionarias sonaban todo el día sin cesar a un volumen altísimo, para tapar los gritos de los ejecutados. Personas que venían en camiones, con el pretexto de que iban a ser movidos a trabajar al campo. Al llegar se les pasaba por un registro (para estar seguros de que estaban todos ... no se hubiera escapado alguno). A continuación se les vendaba y se les colocaba de rodillas junto a la fosa y uno por uno iban siendo ejecutados. Si no estaban muertos, morían a causa de los productos químicos que se les echaba para tapar el olor de los cuerpos en descomposición, y así todos los días.... aunque muchas fosas han sido desesterradas y los cuerpos reposan en una gran estupa conmemorativa, aún se puede ver en el suelo restos de huesos y ropa que siguen apareciendo mes a mes, al quedar al descubierto después de las lluvias y movimientos de tierra. El sitio en si no es lúgubre, pero la audioguía te lo explica con tal frialdad (incluyendo testimonios de supervivientes y verdugos) que se te hiela la sangre.
Prisión S21
Con el alma aún encogida, después de ese paseo macabro entre fosas comunes, nos dirigimos a nuestra siguiente parada, la prisión S21 en Phnom Pehn. Esta prisión construida en las aulas de un antiguo colegio de primaria y secundaria, sirvió como lugar de encarcelamiento de aquellas personas contrarias al régimen. Se incluye por tanto a: universitaros, personas que supieran algún idioma, profesores, médicos, abogados, extranjeros, "espias de la KGB o la CIA", propios jemeres que fueran delatados por otro jemeres, ... o cualquiera que pasara por ahí. 

Es realmente impactante ver como en las antiguas aulas (que aún conservan la pizarra) se construyeron con ladrillo o madera improvisadas celdas en las cuales se torturaba sin descanso a la población.
Museon Nacional
Lo más paradójico de todo (como casi siempre), es que todos los cabecillas de la revolución, incluido Pol Pot, habían estudiado en un colegio privado en Phnom Pehn, después en el extranjero (mayoritariamente en Francia), con lo que por lo menos dominaban 2 idiomas, ... y todos eran profesores de universidad ... vamos que debieron ser los únicos de su especie que quedaron....

Algo tocados todavía, a continuación nos hemos acercado al museo nacional a ver esculturas de los templos de los que disfrutaremos en los próximos días.

Como lo cierran todo a las 5 (y prácticamente no habíamos comido nada), hemos pasado el resto de la tarde en un café solidario junto al museo (los camareros son niños huérfanos a los cuales se destina el 40% de la recaudación). Phnom Penh, muy lejos de lo que pudiera parecer, está sembrada de cafés y restaurantes super bonitos y tiendas de ropa de diseño y complementos (todo muy occidental)... así que subdesarrollo el justo.

Momento descanso del día....
Ahora os escribo desde la cama (apuntando los comentarios que suelta Patri entre cabezada y cabezada) ... dice que ponga que ayer me quedé dormido yo.... no os creáis.

Las fotos son todas de Patri. Podéis darla las gracias, que yo me he dejado en cable en Madrid y de momento no puedo descargarlas.

Los próximos días los pasaremos incomunicados con nuestro guía local, viendo los templos de la selva.

Esperaros contaros cosas más alegres la próxima vez .... templos !!! allá vamos !!!!

2 comentarios:

  1. Duro. No se aprende y que odio hay en las personas. Lo que hace el poder y la avaricia. Que mañana seamas agradable. Besos

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  2. chicossssssss!!!!!

    pasarlo muy bien, demomento,vais cumpliendo lo de tenernos informados a traves del blog, disfrutar de la selva ;)
    besitosssss
    Itxas

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