Después de un primer fin de
semana recorriendo el valle sagrado y disfrutando de Ollantaytambo y Pisac,
nuestro segundo fin de semana en Cusco lo dedicamos parcialmente a seguir
disfrutando de este valle tan especial.
Así el domingo, nos acercamos a
ver el laboratorio agrícola de Moray y las cercanas salineras de Maras.
Como el lunes comenzábamos el
trekking en dirección a Machu Picchu, decidimos tomar un tour organizado para
no agobiarnos y llegar descansados a tan importante acontecimiento.
La primera parada de la mañana la
hicimos en el pueblo de Chinchero, donde tuvimos la oportunidad de apreciar una
bonita fusión de edificios incas con una iglesia española. Además, como no
podía ser de otra manera en un tour organizado, nos llevaron a comprar
artesanía. Lo bueno, es que nos hicieron una demostración de cómo teñían la
lana y la alpaca utilizando los distintos pigmentos naturales. Nosotros comprar
no compramos nada, pero disfrutamos de la explicación.
La segunda parada la hicimos en
las salineras de Maras. Según nos contó el guía se tratan de unas salineras en
uso desde la época inca. El agua brota salada desde la montaña y en la época
seca se aprovecha para confinarlo en pequeñas piscinas. Una vez seca el agua,
quedan los montones de sal que luego se venden.
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Salineras |
Las salineras son propiedad del
pueblo de Maras y la explotación está dividida entre los diferentes lugareños,
tocando a cada uno un número determinado de piscinas.
Lo cierto es que en la
actualidad, el negocio para los lugareños ya no está en la explotación de la
sal, si no en el turismo. Así, no es extraño verlos trabajar en sus parcelas
mientras paseas por las salineras, pisando paredes y entrando en las piscinas
sin que te digan nada.
Nuestra última visita del día fue
al laboratorio agrícola de los incas: Moray. Moray es un conjunto de terrazas
circulares a distintas alturas. En función de la altura y la orientación, las
terrazas tienen distintos microclimas. Esto permitía a los incas modificar
genéticamente las semillas de los diferentes productos para adaptarlas a las
distintas condiciones climáticas en función de la altura.
Una vez que las semillas se
habían adaptado, estas eran “exportadas” a las distintas regiones del imperio
para su explotación.
Si esto es verdad o mentira no
nos queda muy claro, pero como en todos estos casos … al final lo importante de
las historias no es que sean verdad, si no que sean bonitas.
Así después de un día relajado,
nos dispusimos a hacer las mochilas para el comienzo de nuestra gran aventura…
el peregrinar de 4 días hasta Machu Picchu visitando el nevado de Salkantay y
ascendiendo hasta los 4650 metros de altura.
Os dejamos el link a las fotos:
Besos
Patri y Juan
Hola pareja. Se nos acumula el trabajo.
ResponderEliminarDos conentarios y montones de fotos. No me voy a dormir hasta verlo todo.
Como me gusta todo lo que estáis viviendo. Ahora si que pesa la edad.
Ánimo y seguir haciéndonos desconectar un rato.
Besos,
Mama
Como siempre interesantes las salineras circulares. Preparaos para la ascensión, que ya llega. besos la tiita.
ResponderEliminarAqui estamos abu yo intentando ver las fotos,pero solo hemos podido ver las de la tejedoras... las demas no nos salen,lo intentaremos mas tarde(son las 12.30) y me ha hecho abrir el ordenador para ver si habias escrito algo..... ayer estuvimos leyendo pero este relato se no traspapelo..... a abu no le importa que le lea cosas pasadas,le gusta.
ResponderEliminarLe ha gustado mucho lo da las salinas y la foto de las salinas..... ya veremos todas las demas.
Un beso y hasta otro ratito
Mama Mila y abu Dioni
Jajaja me ha encantado el comentario de que lo importante de las historias no es que sean verdad o no, sino de que sean bonitas jejeje!!!! (si es que....cuanto mal te ha hecho laura con sus historietas jejeje!!!)
ResponderEliminarYa estoy deseando leer sobre el machu pichu jejeje!!!
El rancio